Como siempre que suelo ir salí encantado. Fuimos a cenar y probamos cosas nuevas (rollitos de berenjena con langostino y bacon), las tan ricas croquetas y para rematar un chuletón del Valle de los Pedroches que compartimos mi mujer y yo. Siempre hay que tener en cuenta dejar un huequecito para los postres que tienen una elaboración y un sabor de otro mundo. Impresionante bodega para degustar muy buenos vinos y licores. El trato del personal es amable y muy atento acorde a la categoría del restaurante. Sin duda volveremos de nuevo, sobre todo porque tenemos platos por probar.

Es uno de mis restaurante preferidos en Benalmádena Pueblo. Es un lugar acogedor, tanto en invierno con la chimenea como en verano en su fabulosa terraza. A mis amigos y a mí nos encanta ir a cenar las noches de verano. La carta es muy variada y sus precios acordes con la calidad que ofrecen. También el personal es muy amable. Lo recomiendo 100%.